Respecto a la consulta popular, los políticos que no comulgan con el SI están extremadamente asustados. En general se resumiría la propuesta en lo siguientes puntos:
1.- “Permitir la extradición de los ecuatorianos que hayan cometido delitos con el crimen organizado transnacional”, con esto el presidente Lasso, envía una señal a la justicia ecuatoriana, de que su credibilidad está de capa caída, tal como insistió el Embajador de EE. UU. Fitzpatrick, en el conversatorio para crear condiciones para desterrar la corrupción. Este tema tan importante, se eliminó en Montecristi.
2.- Dotarle a la fiscalía general del Estado de los mecanismos para seleccionar, evaluar y corregir la gestión a los fiscales, sin pasar por el engorroso aparataje del Consejo de la Judicatura. Medida urgente; es aconsejable que existan en los países de América Latina 800 fiscales por cada 100.000 habitantes. Ecuador tiene 470.
3.- Según la Constitución, debido al incremento poblacional, para el 2025 deberían elegirse 152 asambleístas. ¿Si ahora con los 137, cuya mayoría obstruccionista navega en el mar de la conspiración…imagínense lo que ocurriría con 152? Propuesta clara: “1 asambleísta por provincia y 1 asambleísta provincial adicional por cada 250.000 habitantes. 2 asambleístas nacionales por cada millón de habitantes. 1 asambleísta por cada 500.000 habitantes que residan en el exterior”.
4.- Hoy existen en el Ecuador 272 movimientos políticos dejando aparte a los partidos. El presidente plantea que tengan un mínimo equivalente al 1.5% del padrón electoral de su jurisdicción, con la obligación de llevar un registro de sus miembros debidamente auditado por el Consejo Nacional Electoral. Con esto se acabaría la alcahuetería de las afiliaciones fraudulentas, de los adherentes, candidatos y partidos de alquiler.
5.- Es un clamor y pedido generalizado de los ciudadanos honestos para que el CPCCS deje de manosear los procesos de selección de los responsables de las entidades de control, pues este país vive en un limbo de espera, con funcionarios prorrogados, cambiando reglamentos cada momento para que pueda darse continuidad a las acciones de la cada institución. Las ternas en la propuesta deberán ser enviadas por el presidente y resueltas en la Asamblea Nacional, como era antes. Se evitará el manoseo y la politización en el escogimiento de los funcionarios.
Que mejor muestra para recuperar la institucionalidad de nuestro país.
En la próxima entrega abordaremos sobre tres reformas adicionales: el papel de las FFAA para apoyar a la policía, y dos temas trascendentales en cuestiones hídricas y ambientales. (O)