
La gerente general de la Empresa Pública Municipal de Aseo de Cuenca (EMAC EP), María Caridad Vázquez, explicó en una publicación en sus redes sociales, los principales puntos relacionados con la Tasa de Recolección de Basura (TRB), en medio del debate que mantiene la ciudad tras la suspensión del cobro a través de las planillas eléctricas.
El pronunciamiento busca responder a las preguntas más frecuentes de la ciudadanía sobre el funcionamiento, la legalidad y la proporcionalidad del sistema de cobro, así como aclarar conceptos técnicos y financieros del servicio.
Por qué no se debe cobrar la tasa con el agua o el predio
Vázquez informó que existen 16 escenarios analizados entre 2015 y 2017 para definir el método más eficiente de cobro.
Aunque reconoció que sí es posible recaudar la tasa a través del agua potable o del impuesto predial, afirmó que no es lo más eficiente por razones de cobertura, morosidad y periodicidad.
Explicó que el catastro de la Empresa Eléctrica Centro Sur tiene aproximadamente 260 000 usuarios, el de ETAPA EP alrededor de 160 000 y el del predio un número similar al de ETAPA.
“El predio se cobra una vez al año y tiene una morosidad del 30 %; el agua potable, del 10 %; y la energía eléctrica, apenas del 3 %”, señaló.
Por eso, el mapa de cobertura eléctrica coincide en mayor medida con el de la EMAC, lo que permite una recaudación más amplia y estable.
Si el cobro pasara al agua o al predio, la empresa perdería cerca de USD 8 millones anuales.
Además, recordó que las otras 14 alternativas analizadas tomarían de dos a cuatro años de implementación, por lo que la medida de suspender el cobro eléctrico de manera repentina complica la sostenibilidad inmediata del servicio.
EMAC asegura que cumplió con la ley y la ordenanza
La Gerente subrayó que la EMAC EP ya cumplió con los requisitos legales dispuestos en la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica, específicamente el artículo 60 y la disposición transitoria, que obligaban a los municipios a realizar estudios y emitir ordenanzas locales.
“Cuenca ya contaba con su estudio y su ordenanza aprobada por el Concejo Cantonal en 2018, después de un proceso de socialización con la ciudadanía”, explicó.
Con base en esa normativa, la empresa ha firmado convenios consecutivos desde 2019 con la Empresa Eléctrica Centro Sur para la recaudación de la tasa.
Actualmente, el convenio sigue vigente hasta diciembre de 2025, aunque el Ministerio del Ambiente y Transición Ecológica anunció por redes sociales que ya no transferirá los recursos de octubre.
No existe un estudio de 2024 sobre la tasa de basura
Vázquez aclaró que no se ha realizado ningún estudio técnico en 2024 relacionado con la Tasa de Recolección de Basura.
“El único estudio válido sobre este tema es el de 2015, que sirvió de base para la ordenanza actual”, enfatizó.
La confusión, dijo, se debe a que en 2024 la Universidad de Cuenca elaboró un estudio sobre la Tasa de Áreas Verdes, tema que aún no ha sido tratado por el Concejo Cantonal y que no guarda relación con la TRB.
Contratación de personal: no hay tercerización
La Gerente desmintió que la EMAC mantenga esquemas de tercerización laboral, práctica eliminada en Ecuador desde 2007.
Aclaró que parte de las trabajadoras conocidas como “hormiguitas chuas” presta servicios bajo la Ley de Contratación Pública, mediante contratos por servicios, una modalidad legal utilizada en múltiples entidades públicas y privadas.
“Todas están cubiertas por los beneficios de ley, trabajan ocho horas diarias y reciben el salario básico o remuneraciones equivalentes según la modalidad”, aseguró.
La empresa mantiene seguimiento constante para garantizar el pago puntual y los derechos laborales.
Relación entre consumo eléctrico y generación de basura
Vázquez explicó que la tasa se calcula en función del consumo eléctrico porque existe una relación proporcional entre este y la generación de residuos:
“A mayor consumo de energía, mayor calidad de vida y mayor cantidad de basura. No es una relación exacta, pero sí la más próxima para estratificar el cobro de manera equitativa”, dijo.
El sistema permite aplicar un criterio de proporcionalidad, donde quienes consumen más energía pagan más por el servicio.
Sin embargo, aclaró que pueden producirse distorsiones en los consumos bajos, ya que la tarifa eléctrica aplica descuentos como la tarifa de la dignidad o los beneficios para tercera edad, lo que hace que, en algunos casos, el valor del aseo supere al de la luz.
Por qué no hay una tarifa plana
La Gerente descartó la posibilidad de aplicar una tarifa plana, argumentando que no sería justa ni proporcional.
“Un centro comercial grande no puede pagar lo mismo que una tienda pequeña, porque generan volúmenes de basura completamente distintos”, explicó.
La tasa, añadió, se basa en principios como la proporcionalidad y solidaridad, que buscan distribuir el costo del servicio según el nivel de generación de residuos.
Autonomía municipal y coordinación con el Gobierno central
Sobre la dependencia de la empresa respecto al Gobierno nacional, Vázquez explicó que la EMAC ejecuta una competencia municipal, pero debe coordinar con otros niveles de gobierno bajo principios de complementariedad y corresponsabilidad.
“Somos una empresa autónoma, pero eso no significa que actuemos sin coordinación institucional”, puntualizó.
Por qué los ciudadanos deben pagar la tasa
La gerente recordó que los servicios públicos se financian con tasas, impuestos y contribuciones.
En el caso de la EMAC, la tasa cubre todo el sistema de gestión integral de residuos sólidos:
recolección domiciliaria, limpieza de calles, barrido, transporte, reciclaje, compostaje, manejo de desechos biopeligrosos y mantenimiento del relleno sanitario.
“No se trata de un servicio individual, sino colectivo y solidario. Todos aportamos para mantener una ciudad limpia y funcional”, sostuvo Vázquez.
Contexto del debate en Cuenca
El debate sobre la Tasa de Recolección de Basura se intensificó tras la decisión del Gobierno de detener el cobro a través de las planillas eléctricas, mecanismo que funcionó durante tres décadas.
La EMAC EP y el Municipio de Cuenca analizan alternativas para evitar que la suspensión afecte la continuidad del servicio de limpieza urbana y la sostenibilidad financiera de la empresa.