
La tarde del jueves 16 de octubre de 2025, el olor a descomposición alertó a los vecinos de la manzana 37 de Sauces 9, norte de Guayaquil.
Minutos después, patrulleros, peritos y una ambulancia de Medicina Legal rodeaban la vivienda de Martha Cecilia S., abogada de 49 años, reportada como desaparecida desde el 5 de octubre.
Desde la acera, los vecinos observaban en silencio mientras los agentes de la Dinased entraban al departamento con mascarillas y guantes. Nadie imaginaba lo que había dentro.
La escena: restos humanos en una lavadora
Los peritos hallaron una escena aterradora: restos humanos escondidos en una lavadora y en fundas plásticas. En la cocina y la sala había rastros de sangre y utensilios metálicos.
Los agentes de Criminalística levantaron siete cuchillos, una sierra eléctrica, una moladora, un machete, una computadora portátil, un celular y una tarjeta bancaria.
Todo quedó bajo cadena de custodia.
El hallazgo se produjo mientras en el mismo sitio estaba Andreína L. S., hija de la víctima, quien vivía con ella. La mujer, de 32 años, fue detenida en el acto.
Una desaparición que escondía una mentira
El caso comenzó el 5 de octubre, cuando el hijo menor de Martha reportó su desaparición.
Según la denuncia, su madre había salido de casa y no volvió.
Días después, el joven intentó ingresar a la vivienda, pero su hermana no se lo permitió.
“Desde ese momento se sospechó que ella sabía algo. Había comportamientos evasivos”, explicó el coronel Jairo Burbano, jefe del Distrito Modelo.
Durante la búsqueda, la sospechosa intentó desviar la atención de los investigadores con videos falsos generados con inteligencia artificial (IA).
En ellos aparecía su madre aparentemente viva, pidiendo que no la buscaran.
Los peritos determinaron que se trataba de grabaciones manipuladas digitalmente.
“La voz, los movimientos y la iluminación no coincidían. Fue un montaje digital para encubrir el crimen”, afirmó el coronel Galo Muñoz, jefe nacional de la Dinased.
La confesión tras las pruebas
Cuando la Policía revisó el teléfono de Andreína, encontró búsquedas como “cómo desintegrar huesos humanos” y “cómo eliminar el olor de un cadáver”. Además, fotos de herramientas y sustancias químicas.
Acorralada por las pruebas, Andreína confesó el asesinato. Según su versión, mató a su madre durante una discusión por dinero, unos USD 6.000.
Luego, la estranguló con un cable, desmembró el cuerpo con herramientas eléctricas y cubrió los restos con sal para frenar la descomposición.
Los agentes no descartan la participación de otra persona, posiblemente su pareja, quien tiene antecedentes penales.
Prisión preventiva y proceso judicial
El 17 de octubre, un juez de la Unidad de Flagrancia dictó prisión preventiva contra Andreína L. S., tras la audiencia de formulación de cargos.
La Fiscalía presentó pruebas contundentes: el levantamiento del cadáver, los indicios del domicilio, registros de cámaras de seguridad, la extracción de datos del celular y testimonios de familiares y vecinos.
El caso se procesa bajo el artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona el asesinato con hasta 30 años de prisión.
La instrucción fiscal durará 30 días y sigue bajo reserva mientras se completan las pericias forenses.
Investigación en curso
La Dinased continúa recopilando pruebas digitales y revisando movimientos financieros para establecer el móvil exacto del asesinato.
Los investigadores sospechan que el crimen fue planificado con días de antelación y que la sospechosa intentó cubrir sus huellas mediante herramientas tecnológicas.