Este 18 de diciembre se celebra el Día Internacional del Migrante y, para los ciudadanos venezolanos desplazados, las restricciones para ingresar o residir en países de América son cada vez mayores.
Por ejemplo, José Jerí, presidente de Perú, anunció la declaración de estado de emergencia en la frontera sur con el objetivo de reforzar los controles y evitar el ingreso de migrantes indocumentados, en su mayoría venezolanos.
Asimismo, ofreció que una comisión binacional con Chile evaluará cómo atender casos puntuales de migrantes que requieran un pase humanitario; sin embargo, la regla general será que quienes no cuenten con documentación no podrán ingresar.
Jerí, quien asumió la presidencia peruana el pasado 10 de octubre, ha adoptado una postura más estricta frente a la presión migratoria, una política que incluye a venezolanos y a otros grupos de personas en situación de movilidad.
Políticas
María Isabel Rodríguez, venezolana que reside en Cuenca desde hace casi cinco años y activista por los derechos humanos, advirtió que Chile también endurecerá sus políticas migratorias en los próximos meses.
Rodríguez indicó que José Antonio Kast, nuevo presidente chileno, anunció que impulsará la creación de un “corredor humanitario” con el fin de facilitar la deportación de migrantes que se encuentren en situación irregular.
“Tanto Perú como Chile son parte de una corriente de gobiernos de la región que buscan controlar los flujos migratorios, especialmente de quienes migran en grandes cantidades, como los venezolanos…”, manifestó.
Como candidato, Kast ofreció un control más riguroso de la inmigración irregular, incluyendo propuestas para expulsar a migrantes que no cumplan los requisitos legales y reforzar la seguridad en las fronteras.
“Se trata de países vecinos que comienzan a restringir aún más la llegada de venezolanos que salimos de nuestro país huyendo de un gobierno que nos ha arrastrado a la pobreza…”, indicó Rodríguez.
Experto
Carlos Cordero, abogado e investigador en temas migratorios, explicó que durante la administración de Donald Trump los migrantes venezolanos enfrentaron un endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos (EE.UU.).
Una de las medidas más sensibles fue la negativa a otorgar un Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos, pese a la crisis política, económica y humanitaria que atraviesa ese país.
Acotó que el Gobierno de Trump también impulsó acuerdos regionales y políticas de contención migratoria que afectaron de manera indirecta a venezolanos, especialmente a quienes se encontraban en tránsito.
“Hay que tomar en cuenta que poco a poco se han limitado sus posibilidades de solicitar asilo, exponiéndolos a retornos forzados o a permanecer varados en países de paso…”, afirmó.
Organizaciones que apoyan a los migrantes venezolanos esperan que los gobiernos de la región incorporen enfoques humanitarios en sus políticas migratorias y recuerdan que, más allá del control fronterizo, se trata de personas que buscan protección, trabajo y condiciones dignas para reconstruir sus vidas. (I)
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