Selva sin auxilio: niños mueren en el silencio

Ikiam tenía siete años. Antes de morir, el último 22 de abril, agonizó durante horas en los brazos de su madre, que intentaba calmarlo con golpecitos en la espalda. Llevaba tres días con malestar de estómago, fiebre, vómito y diarrea con sangre.

Vivía en la comunidad Achuar, de Surik Nuevo, en la selva, en Huasaga, la parroquia rural más grande de las cuatro que tiene el cantón Taisha, en la provincia de Morona Santiago.

El puesto de salud más cercano, que funciona en una precaria casa, está en Wampuik, a tres horas a pie, entre barro, selva espesa y caminos que se pierden entre la humedad.

Una avioneta, que fue solicitada por los pobladores al Ministerio de Salud Pública (MSP) para transportarlo de emergencia hasta el hospital de Taisha o Macas para que reciba ayuda, se tardó en llegar.

Su pequeño cuerpo, consumido por la fiebre e hinchado, parecía arder por dentro. El sudor le corría como agua sobre la piel. Quedó con la mirada perdida y los ojos cargados de angustia, como si supiera que había perdido la batalla.

Ikiam, un niño, de siete años, estuvo enfermo tres días. Murió en brazos de su madre, en Surik Nuevo, comunidad de Taisha. Tenía dolor de estómago, diarrea y fiebre. No pudo llegar a un hospital.
Ikiam, un niño, de siete años, estuvo enfermo tres días. Murió en brazos de su madre, en Surik Nuevo, comunidad de Taisha. Tenía dolor de estómago, diarrea y fiebre. No pudo llegar a un hospital.

En otras dos comunidades de este mismo cantón desde diciembre de 2024 hasta ahora han fallecido cinco niños más con estos síntomas: dolor de estómago, fiebre, vómito y diarrea con sangre.

Mashium: comunidad Achuar

En Mashuim, ubicada en Huasaga, la misma parroquia donde está Surik Nuevo, el 20 de diciembre de 2024 murió Margoth, una niña de nueve años. El 23 de marzo de 2025 fue Danny, de seis; y el 9 de abril, Elías, de 10.

En Pampants, que, en cambio, está en Tuutientza, que es otra parroquia de Taisha, el 14 de abril murieron Jhonny, de 10 años y Tatiana, de 13. Esta es una población Shuar.

Una séptima muerte con estos síntomas ocurrió en Kaspaim, en la parroquia San José de Morona, en el cantón Tiwintza, que limita con Taisha. Allí, donde también está la nacionalidad Shuar, murió el 12 de abril una niña: Amay, de siete años.

En estas comunidades es tradición velar brevemente a los fallecidos y luego enterrarlos en el terreno de sus propias casas o incluso al interior de estas, como un modo íntimo y ancestral de despedirlos.

No se han tomado muestras de los fallecidos

De ninguno de los fallecidos, según los deudos, se extrajeron pruebas de sangre para determinar la causa exacta de la muerte, lo que deja a las comunidades sumidas en la incertidumbre y el temor.

En Kuserua, que está a unos 15 minutos a pie de Mashuim, también hay otros casos de niños y adolescentes con fiebre; dolor de estómago y cabeza; y vómito, pero no ha habido fallecidos.

Algo similar pasa en Wampuik, que también está en Huasaga, a unas cuatro horas caminando desde Mashuim, donde al menos cuatro menores de edad más, entre los dos y 14 años, tienen estos síntomas.

Algunos pobladores, que fueron previamente capacitados, les aplican pruebas rápidas de sangre, que les dejó el MSP, para detectar malaria, una enfermedad causada por parásitos que se trasmite por la picadura de mosquitos.

En todas estas comunidades es común ver a los niños descalzos y con poca ropa, bajo el sol o la lluvia. Muchos tienen el abdomen abultado y los brazos delgados, signos visibles de desnutrición.

Otros presentan malformaciones visibles y duermen casi a la intemperie, pues las viviendas tradicionales son chozas sin paredes, abiertas al viento, la lluvia y al calor sofocante de la selva.

Aunque este es tradicionalmente el modo de vida de los pueblos Shuar y Achuar, hoy viven con preocupación frente a esta serie de muertes inexplicables que rompe con la rutina ancestral.

Elías, de 10 años, murió en Mashuim, comunidad de Taisha. Presentó síntomas como dolor de estómago, diarrea y fiebre.
Elías, de 10 años, murió en Mashuim, comunidad de Taisha. Presentó síntomas como dolor de estómago, diarrea y fiebre.

Centro educativo en emergencia

Carlos Uwiti es rector del Centro Educativo Comunitario Intercultural Bilingüe (CECIB) “Tanchim”, en Mashuim, donde murieron tres menores de edad. Todos eran alumnos de esta institución.

“Eran 58 estudiantes y ahora somos 55…”, dijo Uwiti, quien además es papá de Margoth, una de las fallecidas. Los padres de familia de esta institución se reunieron el último 11 de abril y la declararon en emergencia.

En una asamblea, cumplida el último 22 de abril, Uwiti leyó las resoluciones que se tomaron en dicha reunión, entre las que están la suspensión de clases (hasta el 23 de abril) para prevenir posibles contagios y más muertes.

Una resolución también fue informar esta decisión al “Distrito de Educación,” “Distrito de Salud Taisha,” Tenencia Política de Huasaga y gobernador de Morona Santiago para que emitan alguna resolución favorable…”.

Otra fue: “coordinar con el Distrito de Salud Taisha, para que entre la brigada médica de manera inmediata a la comunidad de Mashuim…”, para que además haga pruebas del agua que consumen del río Kuserua y de un pozo.

Además resolvieron “solicitar a las autoridades gubernamentales y no gubernamentales el apoyo social, con la dotación de kits de alimentos y kits de aseo personal…”

Uwiti pidió la intervención urgente de las autoridades de salud para que hagan exámenes de sangre a pacientes que están con estos síntomas, además para que lleven muestras de agua para que sean analizadas.

Niños caminan descalzos por la selva, casi sin ropa. Su inocencia y tradiciones casi los hacen ajenos a las limitaciones que los rodean.
Niños caminan descalzos por la selva, casi sin ropa. Su inocencia y tradiciones casi los hacen ajenos a las limitaciones que los rodean.

En Tiwintza

Arutam Washikiat es tío de Amay, la niña quien murió en Tiwintza. Contó que la pequeña un día antes de morir asistió con normalidad a la escuela. Comenzó con dolor de estómago seguido de vómito y fiebre.

“No tenemos con qué reportar cuando hay esta situación al centro de salud más cercano, no tenemos ni la radio para reportar y decir que se está presentando esa enfermedad para que venga alguien…”, indicó.

Contó: “nadie llegó a valorarle y le tuvimos que enterrar sin saber por qué causa murió, no vino ni un médico… Después de la muerte nos sorprendió de que al parecer se le rompió el cuello y comenzó a hacerse como moretones…”

Recordó: “un tiempo se comenzó a hablar de una enfermedad que les mordía el murciélago y moría la gente, pero desde allí no habíamos visto un tipo de enfermedad con la que están muriendo los niños…”

Niños reciben pruebas rápidas de malaria. Algunos ya están acostumbrados a este procedimiento, un recordatorio constante de la vulnerabilidad que enfrentan en su día a día.
Niños reciben pruebas rápidas de malaria. Algunos ya están acostumbrados a este procedimiento, un recordatorio constante de la vulnerabilidad que enfrentan en su día a día.

Federación Interprovincial de Centros Shuar

David Tankamash, presidente de la Federación Interprovincial de Centros Shuar (FICSH), también solicitó la intervención urgente del MSP para aplicar un plan de prevención y detectar las causas que han provocado estos decesos.

Informó que en la comunidad de Shiramentza, que es una pequeña aldea ubicada en Tuutinentza, también en Taisha, se han reportado otros casos de pacientes con sintomatología similar.

“Pedimos a las autoridades de salud que den atención médica urgente pues son comunidades que están bastante alejadas, que hagan un diagnóstico para conocer qué es la enfermedad que está matando a los niños…”, señaló.

Asimismo sostuvo que algunos de estos casos no se hacen públicos debido a que son zonas donde no hay internet ni energía eléctrica, y la única forma de ingreso a la mayoría de estas es mediante avioneta.

Advirtió: “si es que no controlamos esto a tiempo esto puede ir de manera masiva a más comunidades y por eso se requiere que los médicos estén presentes de forma urgente…”.

Cuando llegan las avionetas, los niños corren a recibirlas. Conocen a los pilotos y tienen un sinfín de preguntas que aún esperan respuestas.
Cuando llegan las avionetas, los niños corren a recibirlas. Conocen a los pilotos y tienen un sinfín de preguntas que aún esperan respuestas.

Lloran en silencio

En la espera de una asistencia efectiva por parte de las autoridades de salud, estos pueblos de la selva lloran en silencio. La muerte ronda sin nombre ni explicación, y las respuestas no llegan.

Los pequeños no entienden de burocracia ni demoras. Son inocentes, juegan descalzos entre árboles, lodo, tierra, ríos y animales, mientras la muerte los acecha. Solo esperan una oportunidad.

En la comunidad de Saapapentsa también se reportó el caso de seis niños más con síntomas como intenso dolor de estómago, fiebre, vómito y diarrea con sangre.

Los niños asisten a escuelas con condiciones deplorables. Su derecho a una educación digna es una promesa sin cumplir por parte del Estado.
Los niños asisten a escuelas con condiciones deplorables. Su derecho a una educación digna es una promesa sin cumplir por parte del Estado.

Datos

  • Según la Encuesta Nacional sobre Desnutrición Infantil (ENDI), en Taisha la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) se ubica sobre el 40 % en niños menores de dos años.
  • La Desnutrición Crónica Infantil (DCI) es a menudo el resultado de una alimentación deficiente a largo plazo, infecciones repetidas y condiciones socioeconómicas precarias.
  • En 2022 en Taisha, en Morona Santiago, se hizo una mesa cantonal intersectorial para recibir al equipo técnico del Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés).
  • En Charapacocha, que es una comunidad Achuar que está Pastaza, también se han reportado caso de pobladores con síntomas como dolor de estómago, diarrea con sangre y fiebre.
  • Según consta en el Censo de Población y Vivienda 2022, el 19,4 % de los hogares en Taisha tienen niños que cinco a 14 años que no asisten a un establecimiento educativo.
  • El Ministerio de Salud Pública (MSP) puede emitir una alerta epidemiológica cuando se identifican condiciones que podrían representar una amenaza para la salud pública y se requiere respuesta inmediata.

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