Lo deberás hacer todos los días. Las calles de tu querido pueblo, las de la ciudad que en los últimos años te dio cobijo, necesitan de tu chispa, de tus ocurrencias, de tu fina ironía, de tu sonrisa sincera, profunda y contagiosa. Tus amigos entrañables, entre los que con modestia me cuento, queremos que nos sigas …


