El rostro de un hombre avejentado; una mirada circunspecta y llena de miedo u odio, ambos extremos de un perfil paranoide basado en una desconfianza visible generaron las sospechas en los ecuatorianos. Regresó para culminar su faena de inmundicia. Negó conocer al “mono” Jojoy, el fuerte y sanguinario hombre duro de las FARC, quien habló …


