Desde aquel lejano “míreme a los ojos”; pasando por el risible “ya te tengo bacalao”; llegamos al “Andrés no mientas otra vez”; tropezando en el “escoja dos soldados legionarios, los mejores de usted, y le invito al terreno a jugar ecuavolley”; hasta caer en los “eres o te haces”; “yo también estoy arrecho” y un …



