En medio del caos social, ético, medioambiental, político, económico que vivimos, es un aliento de vida, un alimento para la esperanza, mirar la pintura de Diana Márquez y disfrutar de la luminiscencia que alcanza las formas y colores con que incursiona en los bosques nublados y en sus detalles, o en las lineales construcciones urbanas, …











