Me gustan los interrogantes. Más aún, los interrogantes son mis amigos. De tanto caminar juntos llegamos a conocernos mejor. No recuerdo cuando, pero un buen día sellamos una amistad hasta la muerte. ¿Saben ustedes, de algún niño en uso de sus facultades mentales, que nunca abra su boquita para satisfacer su naciente curiosidad con un …











