En el escenario donde se presenta la comedia política ecuatoriana asoman conchudos de poca monta, listos a candidatizarse para llegar al “poder fregativo” con el mote de asambleístas, por el sólo hecho de ser mayores de edad, saber leer y escribir, pertenecer a cualquier club, secta o juerga, hablar unas cuantas cojudeces y cantinflear en …











