El relato, si se quiere, comienza con aquel rico hebreo llamado José de Arimatea. Fue este hombre, fugaz y desdibujado en el relato bíblico, quien recibe la insólita tarea, nada más y nada menos, que de hacerse con el cuerpo del Cristo al descender de la cruz. Luego, la leyenda toma distintas vertientes. En la …











