La fiscal general Diana Salazar debe ser la persona más querida y odiada del Ecuador. Sus antecesores, salvo honrosas excepciones, han sido desde esbirros del poder de turno, ad hoc de gobernantes de pasada, hasta tragicómicos leguleyos. Debe ser duro, durísimo estar en su pellejo. Si es posible dormir con chaleco antibalas. Alimentarse a sobresaltos. …











