Camino al trabajo y mientras esperaba el cambio del semáforo en una de las tantas esquinas de esta gran ciudad,miré a un adolescente de aproximadamente 16 años; asumo que se quedó en supletorio pues el uniforme y su mochila ligera lo confirmaba; lo miré y me pregunté: o no le importa su examen o está demasiado confiado; fueron cuestionamientos que los hice cuando lo vi pateando una piedrita sobre la vereda. …










