¡Tantas veces nos despedimos en la vida, como un poco antes nos habíamos saludado! Pero creo que nunca nos dijimos adiós, porque sabíamos o creíamos saber que no era definitiva la despedida. Mas, tristemente, ahora sí lo es. Adiós Negrita, como la llamábamos en el ambiente casi familiar, de confianza, de la amistad, el compañerismo, …










