Hay que caminar por las calles para mirar los rostros del hambre, las manos desesperadas vendiendo tanto cachivache, los gritos monótonos del competitivo mercado de la angustia. Fantasmas, anatomías esqueléticas, creadas por el saqueo de bienes nacionales, la corrupción y el cinismo de catorce años de infamia, deambulan por la ruta del dolor. Los pobres …











