En mi primer artículo cometí una omisión de la que me excuso: no mencioné, entre los cuencanos que son miembros de la Academia Ecuatoriana de la Lengua a Fausto Aguirre, uno de los académicos más trabajadores que conozco, pues parece no descansar en su labor investigativa. ¡Seáme perdonado el error! Y remontándonos al pasado, echemos …











