Sus ojos verdes claros, bellos y vivaces, no eran pálida sombra de los que yo observé en aquel muchacho, tiempo atrás. Ahora parecían dos bolas de cristal divagantes mirando difuso horizonte, inexpresivos y de lentos movimientos. No demostraban la antigua inteligencia de ese ser. Hoy parecían dos informes ojos que conservaban su antiguo y bello …










