Entre dimes y diretes se enredan las intenciones y las percepciones, se enredan también las objetividades con las subjetividades y, por tanto, se enreda la sociedad en sí. Pensamientos sin voces, ofrecimientos por emotividad, actuaciones a comodidades y especialmente, sin claridad de competencias, es lo que nos causa esta gran confusión y malestar colectivo; entendiendo que esta indisposición no solo es mental, es …











