El Carnaval, en su origen más cercano, implicaba un estado de emancipación temporal hacia una libertad instintiva que permitía momentos de coexistencia colectiva en igualdad, expresados en exagerar las costumbres tradicionales de su celebración, como; comer y beber licenciosamente, disfrazarse, farrear, emular y criticar, jugar-atacar- con agua, polvos, espumas, alimentos, colorantes, en forma indiscriminada y …










