Esperábamos, con ansiedad, la llegada de las grandes lluvias, para tranquilidad de mis padres y de la vecindad que lamentaban su tardanza, por miedo a perder sus siembras; porque nuestra laguna se llenaba a rebasar, por todas sus orillas, ideal para armar nuestros barquitos de totora y explorar todos los mares del mundo; y, desde …










