OPINIÓN│ De pronto, el mundo de afuera dejó de existir, solo queda el lugar en el que estamos y con quienes lo compartimos, lo único real es nuestra familia y nuestro hogar; objetivos, proyectos, metas, “tengos” y “quieros” no tienen sentido ya, es la vida la que está en juego. De pronto, tuvimos que volver …


