Casi el 100 % de los equipamientos terminó su vida útil en el 2015. Hay un déficit de personal de alrededor de 300 profesionales, una excesiva centralización de decisiones en Quito que causa demoras, una infraestructura casi colapsada, especialmente en los sistemas de agua potable, vapor, oxígeno medicinal, gas natural, eléctrico y de detección de …











