Gloria Alvarado pinta de manera minuciosa una mandala mientras Luis Rodríguez, su esposo, la mira con atención. Cuenta que hace 53 años le hizo una promesa en el altar: protegerla en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, amarla y cuidarla hasta que la muerte los separe. Y hoy …











