Al ‘flaco’ Adrián Cabrera no le importó tener las rodillas lesionadas. Saltó las veces que eran necesarias para sortear la altura de la red (2.85m) y colocar la bola en campo contrario. También se exigió para recoger bolas difíciles y evitar que el rival se lleve un punto o cambio. A ese ritmo pasó casi …











