La discrecionalidad de alcaldes y prefectos para gastarse el presupuesto de municipios y gobiernos provinciales raya, a veces, en lo absurdo, cuando no en el abuso. Una festiva y rocambolesca gestión, desde hacía varios años, es parte de las políticas implementadas por dichas autoridades a pretexto de dinamizar la economía, promover el turismo, o, simplemente, …



