Quedan lejanas las imágenes en las que el Alcalde, el Gobernador y el Prefecto entrelazaban sus manos en señal de esfuerzos conjuntos por el bienestar de Cuenca y del Azuay. Aquella fotografía fue el símbolo de un gesto público de desprendimiento de protagonismos egoístas, un acto que rompió con la tradición de la clase política …



