A lo mejor acoquinada por la inseguridad y otros problemas mayores, la sociedad ecuatoriana permanece indiferente ante las maniobras cuyo fin es tomarse, de una vez por todas, la Justicia. Salvo pocas excepciones, los ecuatorianos no reaccionan ante semejantes atropellos a la decencia y a la memoria de quienes, en otros tiempos mejores, se fajaron …


