El tráfico de influencias, el cobro de “diezmos”, el abuso confianza, son, entre otros, los vicios eternos de la política ecuatoriana. Los casos descubiertos y llevados ante la justicia habrían avergonzado a sus actores. Y más, si pagaron sus desafueros con la cárcel. Pero lejos de constituir un escarmiento, al resto de políticos y sus …


