Vaya hartazgo de la política con el que terminamos a las elecciones. No es un hartazgo de la democracia en sí, sino de esta versión ruidosa, áspera, agotadora, hartazgo de este circo polarizado en el que hemos pasado los últimos meses. Discutimos, defendemos posturas con furia, nos decepcionamos con las opciones disponibles, y llegamos a …


