Yo sabía que es peligroso. Lo pensaba cuando invadía sin pudor una embajada, cerraba medios de comunicación y exiliaba periodistas. Se me helaba la sangre cuando llamaba “héroes nacionales” a un grupo de niños devorados por la violencia estatal. Y finalmente, esto: un presidente Constitucional, es decir que preside por la Constitución y al mismo …


