La pobreza es hoy tan rentable como el narcotráfico. Con honradas excepciones, mantener a millones de personas en situación de miseria, es el gran negocio para líderes delincuenciales, sindicales, comunitarios y políticos; que les ilusionan con vidas llenas de lujos a cambio de su apoyo para alcanzar el poder en la pandilla, gremio, comunidad, partido …











