Ganar las elecciones como sea, con mentirillas de por medio, manejando con una efectiva propaganda las emociones, los enconos, las necesidades y preocupaciones de la gente; lucir la banda presidencial; sentarse en el gran sillón, y luego preguntarse y ahora qué hago, deben ser momentos convulsos. De inmediato el ungido comienza a ser desbordado por …











