Justifica decir así, cuando quienes nacimos y nos enamoramos de sus virtudes, cualidades y cognomentos asignados a esta Tierra única, de grandes valores culturales, estéticos, naturales, deportivos, y sobre todo sus hijos que han construido a la Ciudad, como una joya incrustada en los Andes australes, con un rostro señorial que seduce a propios …











