Un Lasso desahuciado y tantas veces denunciado, pero ni a medias probado, sacó la guadaña y muy de mañana aplicó la muerte cruzada, con la cual la sapada de los asambleístas, liderada por los correístas, abrazados de nebotistas, de ponchos y de huangos como calos, cerdas y cholangos; igual por anaranjados, resentidos y chamuscados, les …










