Me conduelo del dolor ajeno. Hago mías otras vergüenzas. Recojo el rubor agazapado en rincones patrios. Me espantan las cabezas cuyos cerebros se amortiguaron. Siento que un terremoto intelectual y sentimental dio al traste con virtudes y propósitos nuestros. Sí, amigos, me siento muy mal porque pertenezco a esta Patria que ya no es la …









