En el Ecuador de hoy nadie cree en nadie. Todo pillo se yergue como conductor o aspira a serlo. Las leyes son atropelladas, los rateros se regocijan. De un país que buscaba ser mejor hemos pasado a un Ecuador impávido mientras descendemos al abismo. Permítanme un frio y descarnado análisis, al respecto. Sentimos que nos …










