Alias Fito fue recapturado. O se entregó. O llamó por videollamada. O lo entregó Colombia. O no. La recaptura de uno de los criminales más peligrosos del país —que debió ser un hito comunicacional— terminó convertida en un ejercicio clásico de desinformación institucional: muchas versiones, cero precisión. Versión uno: el presidente Noboa se colgó la …



