Navidad y fin de año reverdecen sentimientos de amor, generosidad, solidaridad entre los hombres. No puedo ser excepción y declaro que muchos buenos conceptos e intenciones florecen en mi alma, pero en mi caso singular, nunca empujados por religión y dogma alguno, pues respetuosamente no creo en dioses artificiosos como: Ra, Quetzalcóatl, Viracocha, Ala, Zeus …











