Y, finalmente, de un sólo toque, como solía gritar “el loco que ama”, el que aún es maestro insigne del drama, de cómo ganar dinero mal habido y un perito en cómo infringir los pecados capitales, mortales y veniales y todos los que nuestra imaginación pueda albergar, se cayó el telón de la mafia organizada …











