La vacunación masiva es vital, sin lirismos ni exageraciones. Vital al prevenir contagios del siniestro virus que muestra en cuadros desgarradores su impredecible conducta, pues mata sin compasión y en horas a gente joven y fuerte, mientras indulta de manera menos racional o prevista, a viejos, muy viejos, que se pensaría como victimas seguras. Pero …











