OPINIÓN| Pocas cosas pueden ser tan vergonzosas para el país como esa tal Asamblea Nacional. Llena de ovejunas y ovejunos, muchas de esas gentes, obra directa del correato corrupto y corruptor. Personas sin valor de ninguna clase, desconocidas, sin méritos, que por su sumisión a las órdenes superiores fueron tomadas en cuenta para luego asumir, …


