OPINIÓN| Era bondadoso, erudito y desprendido, como los de esa generación de médicos-maestros que nos precedieron y formaron; era atento, cordial y solidario, como son quienes hacen de esta vocación un apostolado; era compañero, maestro y guía, como un hermano mayor; era generoso y participaba sus conocimientos sin esconder nada, como libro abierto, como árbol …


