El proceso electoral se matiza con recorridos, visitas “puerta a puerta”, ofertas y promesas, los esperados debates, la proliferación de encuestas, dudosas las más, y la “guerra digital”. La apatía ciudadana es notoria dada la cantidad de candidatos. No solo por eso. También por la poca credibilidad de los participantes, por negociaciones previas hechas a …




