Del año y medio, el tiempo disponible para gobernar, el presidente Daniel Noboa ha cumplido 365 días. Evaluar su gestión en tan corto tiempo resulta un ejercicio por demás sutil y hasta apresurado. Son los imponderables de la política ecuatoriana, cíclica, impredecible y casi siempre por el filo de la desestabilización. Los restantes seis meses …




