“Cuando vio Dios que no podías sanarte, te tomó entre sus brazos y te dijo ¡Ven conmigo!, con lágrimas en los ojos vimos que te alejabas poco a poco, y a pesar de nuestro amor, no pudimos mantenerte con nosotros y, una vez más sentimos la inmensidad del amor de Dios, que ha dejado con …






