Nos despedimos de ti, pero vives en nuestros corazones. Por eso podemos decir que no has muerto, porque, mientras vivas aquí, tu presencia nos cuidará como cuando en vida lo hacías. Le damos las gracias al Señor por habernos permitido conocerte y disfrutarte tantos años. Ahora estás con Él, esperando por todos nosotros. Te amamos …






