Reto monumental

Juan F. Castanier Muñoz

El abultado triunfo electoral del binomio Noboa-Pinto en esta singular reelección inmediata y luego de todos los antecedentes vividos por el país, a partir de la muerte cruzada, definitivamente constituye un reto, un desafío clave para los jóvenes políticos y su futuro equipo de gobierno, y ello sin mencionar las crecientes expectativas de una población que, tras la búsqueda de un nuevo rumbo, se ha vuelto a manifestar en contra de los errores del pasado.

La arrogancia, la prepotencia y la vanidad, no van de la mano con la inteligencia. La persona capaz, inteligente, necesariamente es humilde. No caben discusiones al respecto. El ejemplo de Jesús de Nazareth, de su nacimiento, de su vida y su muerte, constituye el más emblemático ejemplo para la humanidad. Los arrogantes y presuntuosos son necios casi siempre y nunca terminan yéndoles bien. Se requiere entonces un gobierno firme, pero humilde.

Tienen que decir la verdad, siempre. Constantemente estamos clamando que el Ecuador necesita un “baño de verdad”. Ojalá con el nuevo gobierno se inaugure la verdad en el país: que los mandatarios les digan la verdad a los mandantes, que el policía, el maestro, el padre de familia le diga la verdad al conductor, al alumno o a su hijo y, que a su vez, el conductor, el alumno o los hijos le digan la verdad al policía, al maestro o a sus padres. No vamos a seguir adelante como sociedad si la mentira sigue constituyendo el denominador común en nuestras relaciones, partiendo de que los líderes políticos, sociales, están en la obligación de encabezar esta urgente cruzada.

Finalmente, y como lo dijo el mismo presidente Noboa al asumir su mandato, tratemos, por lo menos una vez, de poner de lado al Ecuador de las confrontaciones y convertirlo en el país de los acuerdos. Recordemos que la tolerancia, el respeto al criterio ajeno, también son manifestaciones inteligentes. Si estamos dispuestos a apostar por un país diferente y a trabajar denodadamente por ello, tengamos siempre presente que la práctica de la humildad, de la verdad y la tolerancia, no cuesta, y que, lideradas por un gobierno renovado, pueden marcar la esperada diferencia. (O)

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