Compromiso ambiental

Tito Astudillo y A

Se lee, se ve o se escucha en los grandes medios y en las redes, noticias y comentarios, sobre la cantidad de desechos plásticos que, alrededor del mundo, diariamente contaminan el medio ambiente, realidad que vivimos y cada vez más acuciante en nuestro entorno. Nos asustamos y denunciamos sabiendo nuestras limitaciones, como los colibríes de la fábula que, en su pico llevan gotitas de agua para combatir un incendio forestal conscientes de lo insignificante de su aporte, pero con la certeza, de estar haciendo su parte.

Se habla de una producción de 400 millones de toneladas de plástico en el 2022 y se proyectan 800 millones para el 2050, cifra difícilmente imaginable, pero en lo sustantivo, significa que aumentará el consumo, desde luego el despilfarro y consecuentemente la contaminación ambiental. Para cada producto del supermercado, del mercado, de la abacería, de la botica, de la tienda, en fin, se ofrecerá o se exigirá una funda de plástico y desde luego aumentará la contaminación porque somos indolentes para cumplir con el mínimo de normas como; no arrojar plásticos, botellas o envases cuando se caminan los espacios verdes; reciclar en el hogar utilizando envases negras para los desechos orgánicos y azul para inorgánicos; depositar los desechos en los basureros cuando se camina por espacios públicos; no abandonar los remanentes de construcción, de plástico, de latonería y otros tipo de basura en carreteras, quebradas y bosques suburbanas y rurales ahora, muchos de ellos, convertidos en basureros que afean, obstaculizan y contaminan el medio ambiente.

Es cierto que el incremento de la producción del plástico está más allá de nuestra voluntad, pero disminuir su consumo y contaminación si está a nuestro alcance. En algunos establecimientos comerciales ya preguntan -le doy en una fundita-, es cuestión de decir no. Para llevar unas aspirinas no se requiere una funda de plástico; en el canasto del mercado las naranjas pueden ir junto a los limones, los duraznos con las manzanas, y sí, es cuestión de decidirse e ir construyendo, en el día a día, desde el hogar y desde la cotidianidad, desde cada uno de nosotros, una tradición del consumo moderado del plástico y paralelamente una cultura de reciclaje y de protección ambiental. (O)

Dr. Tito Astudillo

Médico, docente y periodista. Fue miembro titular, vocal de Directorio y Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, Núcleo del Azuay. Exdocente de primaria, secundaria y educación superior.

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