Sí, un apreciado número de ecuatorianos están “preparando las carpetas”, la hoja de vida; no es para concursar para policías como “carne de cañón de la delincuencia”, peor para laborar recogiendo los desperdicios ensuciados por irrespetuosos ciudadanos, ni para enfilarse en la “guardia ciudadana” para desterrar a los vendedores ambulantes o requisarlos el “puro de yunguilla”, peor, para llegar a puestos de hambre. Empero, se preparan carpetas, acaso de muchas hojas, saturadas de recomendaciones de vecinos y de jefecitos del movimiento ganador. Este conglomerado lo componen desocupados, subocupados, con títulos universitarios y más…, siendo de esperanzados e ilusos compatriotas, de todas las edades y que deambulan con la carpeta de vida bajo el brazo.
¡Es que se va a posesionar un nuevo gobierno!, un “nobita” que dice necesitar de ecuatorianos para trabajar y cambiar el país, empero, y como un mal endémico, ya hace rato se cuenta con la presencia de los “mismos” y que viven por años lucrando los pobres recursos del país, que son los dueños de los puestos, que dicen tener experiencia, siendo además expertos para las coimas y que preconizan ser los nuevos defensores del presidente y su entorno.
Lo descrito, no es una denuncia, es de conocimiento público; siendo la explicación del porqué de la emigración de cerebros y de mano de obra capacitada que intentan enfrentar al “Rey del mundo”: MISTER TRUMP.
Una somera descripción de lo que está ya pasando y pasará en un país en donde mandan pocos, se dicen 200 familias, pero la realidad es que es un “macondo” de avivatos y sinvergüenzas que quieren seguir sangrando al país, ladeando y negando oportunidades a muchísimos compatriotas con todos los méritos, pero que no encuentran trabajo y tratan de sobrevivir.
Exigimos que se haga conciencia de que hay mucha gente desocupada y muy preparada; que es indispensable cambios en las administraciones y, sobre todo, que se labore con gente nueva, que seguro estamos darán mejores y mayores resultados a sabiendas que no están contaminados con la pillería, politiquería y el compadrazgo. ¡Que así sea! (O)
